sábado, 11 de julio de 2015

Museo Nacional de la Energia








Central Térmica de la Minero Siderúrgica de Ponferrada.

De la energía del Carbón al Museo Nacional de la Energía.



A través del siguiente reportaje, recorremos lo esencial de la historia de este edificio industrial que significó la modernización de Ponferrada y el despegue del sector dinamizador de la Comarca, el carbón. Hoy un vestigio, un sello de la ciudad en otro tiempo, en pocos meses renace su historia como Museo Nacional de la Energía.

Primeros pasos.


La MSP se fundó como empresa minera en 1918 con un capital de 30 millones de pesetas, y con el objetivo de explotar los yacimientos carboníferos de El Bierzo y Laciana.Los estudios realizados a finales del S.XIX por Julio Lazúrtegui sobre las explotaciones de hierro de coto Wagner, los hulleros de Laciana, la Ley de Protección industrial del entonces ministro de Fomento, Francisco Cambó, y las expectativas económicas que generaba la postura neutral de España en la Primera Guerra Mundial, creó el escenario idóneo para el nacimiento de la Minero Siderúrgica de Ponferrada como agente productivo para estas materias demandadas internacionalmente. En esa época, MSP adquiere 270 hectáreas de terreno en Ponferrada, al oeste del conocido barrio de La Puebla para levantar la siderurgia, pero la crisis al final del conflicto mundial hace desistir el proyecto de la nueva Vizcaya en El Bierzo.

En todo caso, en 1920, el presidente de la compañía, José Luís de Ussia y Cubas, conde de los Gaitanes, solicita la construcción para un proyecto de fábrica de briquetas con pequeña central térmica para su alimentación energética y un lavadero de carbones. Su ubicación, en una margen del Sil para tomar el agua necesaria para la refrigeración de las máquinas por un canal paralelo al río de unos 150 metros de longitud.En torno a esta primera infraestructura se creó la línea de ferrocarril Ponferrada-Villablino, que posicionó al Bierzo como zona de desarrollo de este transporte en una franja norte poco propicia para ello. Todo para generar una red de abastecimiento de carbones desde las minas a la central.

Sobra decir que estos primeros pasos supusieron el boom de las explotaciones de las cuencas mineras.



Esta primera térmica, de 800 kw/h de producción nace para el consumo de la empresa, las oficinas y planta de briquetas. Así las cosas, estas briquetas fueron esencialmente el origen de una industria que acabaría por considerar la producción eléctrica como un negocio en sí.

De esta fabrica llegan a nuestro días el edificio más pequeño del grupo de tres que forman la antigua MSP. En forma de “T” y con la chimenea de ladrillos como elemento identificativos. Aquí trabajaban 25 operarios.



Ampliación del 27


Las demandas de la compañía cada vez son mayores, y en 1927 se considera ampliar la central para que sea además suministradora. El estudio y proyecto se redactan en 1928, y a comienzos de 1930 el nuevo edificio estaba listo. Se trata del edificio mediano, o la pequeña de las dos naves principales del conjunto industrial en la zona. Con capacidad para 6.000 kw de producción, su diseño es hermano de la construida en esta época por MSP en Villablino, de 1.100kw y que aprovechaba sobrantes de la central de Ponferrada. De hecho, desde el panel de mandos de esta central se controlaba la producción y los niveles registrados en Laciana en tiempo real. Todavía hoy puede verse el panel de supervisión de Villablino.



Este edificio de ladrillo rojo que suponía la ampliación en Ponferrada, consta de dos alturas con seis pequeñas chimeneas de metal en su cumbre. En su interior se divide en dos naves, una de calderas y otra de generación con tecnología alemana. Incluso algunos de los 80 empleados que se ocupaban ya de la central, eran Alemanes.

Desde el punto de vista técnico, seis eran las calderas alimentadas por dos turboalternadores Ljungstrom y marca Stal, fabricados en Colonia (Alemania) de 2.800 kw/h.



Segunda ampliación.

El proteccionismo del franquismo.



Tuvo lugar en 1944 y de ellas resultó el edificio más identificativo del conjunto industrial. De nuevo la escala era mayor, una construcción de tres alturas en ladrillo rojo, al costado oeste de la anterior central, que se mantendría operativa. Las 4 chimeneas metálicas que sobresalen 10 metros desde la techumbre han llegado a nuestros días.Esta ampliación comenzó y culminó en un año 1945, al abrigo del franquismo, que forzó la extracción del mineral en las cuencas bercianas al no poder contar con otro recurso exterior, tanto por el aislamiento tras la Guerra Civil como por la II Guerra Mundial que dificultaba cualquier proyecto de mercado estable.



En el interior del que sería postrero edificio, las nuevas calderas Babcok&Wilcox, que desarrollaron una capacidad de producción de 15.750kw/h.



El final de la central MSP.



En 1949, Endesa concluía la construcción en el barrio de Compostilla de su primera central térmica, Compostilla I, contigua a la de MSP y cos dos grupos de 25mw de Brown-Boveri, que arrancan el 12 de julio y 13 de octubre respectivamente. En 1954 se amplía con otro grupo de 57mw y en 1957 con otro de 60 mw.Sólo dos años después la intratable potencia de Endesa expande su capacidad energética con la construcción en Cubillos de Compostilla II, que sustituiría a su predecesora en 1974. Antes, en el 71, MSP no puedo resistir por más tiempo la pujanza de la compañía eléctrica, y el 16 de julio, el director de Energía y Combustibles Francisco Pérez Cerda, certificaba la baja como central de producción energética.



Re-historia.



Casi desde ese momento se iniciaba la historia negra, casi hasta la desaparición por el grado de conservación, de la central de MSP, hasta que en 2007 el propietario de la compañía cede a la Fundación Ciudad de la Energía, con mediación del consistorio ponferradino, la titularidad del ya vestigio industrial.



Los planes de la CIUDEN, en marcha desde hace escasas semanas, transformarán en 2011 este edificio en uno de los elementos principales del futuro Museo Nacional de la Energía, junto a Compostilla I y el entorno del Parque Museo que vertebrará ambas centrales y los barrios de Compostilla y La Puebla… sin duda otro sello de Ponferrada, que esta vez será del s.XXI y reescribirá la historia de un nuevo proyecto que recogerá la sección hitórico-antropológica del carbón.
Se explicará tanto la extracción como el transporte y llegada del carbón, así como el funcionamiento de la central con la rehabilitación de todos los elementos. En definitiva, se recreará el recorrido del carbón dentro de la central.





Los visitantes ingresarán por el muelle de carbones, donde se descargaba el mineral. Seguirán el recorrido de la materia prima para conocer cómo funcionaba la central y la manera de transformar esa masa negruzca en energía. Conocerán las naves de calderas, turbinas, y recovecos de la central. La historia se rescribe, se reinventa, se rehace, desde 2011. Y todos estamos invitados esta vez a conocer qué más hay detrás de ese edificio que para muchos ha sido durante años un gran desconocido.

ENE Térmica. La Fábrica de Luz.



El Museo Nacional de la Energía de Ponferrada prevé atraer a más de 250.000 visitantes al año.
¿Cuándo será todo este proyecto una realidad?



Infografía del proyecto



Tras la restauración de la vieja térmica, comenzó la obra en la sede principal de la térmica Compostilla I, esta obra por culpa de la crisis, ha  sufrido paralizaciones, disminución de las partidas presupuestarias. Finalmente la obra civil lleva 10 meses en continua obra, aunque los plazos de finalización se alargarán en el tiempo.

Sede central de ENE Museo
Estado actual de las obras, aunque hay un hermetismo desde la dirección de la Ciuden sobre el proyecto final, se prevé que la obra de la sede central del museo finalice a principios de 2016.


Foto de julio 2015.